Tu sesión ha caducado… y tu paciencia también

Un simple intento de descargar una factura se convierte en una pesadilla digital cuando un compañero se ve atrapado en la maraña de logins, verificaciones infinitas y dominios cruzados del ecosistema Microsoft.

Entre contraseñas, códigos caducados y sesiones cerradas sin explicación, la frustración escala hasta lo absurdo.

Por suerte, no está solo: en BIMrras INSIDERS comparte el caos con otros compañeros que también sufren el infierno del doble factor.

Y como en toda buena historia, al final aparece un rayo de luz… o al menos un artículo interesante y un poco de humor compartido.

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Usuario enfrentándose a múltiples ventanas emergentes de verificación, CAPTCHA y cierre de sesión en su ordenador.
Cuando acceder a tu cuenta se convierte en una prueba de resistencia digital.